Ya sabéis que nunca me canso de hablar de tartas de queso, de probar mil recetas, y de que nunca esta gran tarta nos deje de sorprender.
Si sois amantes de una buena cheescake, os aseguro que no os puede faltar en vuestro recetario.
¿Lo mejor de todo? Que es súper sencilla de preparar, sólo tendréis que ser un poquito pacientes a que se enfríe.
Es perfecta para una comida familiar, para un cumpleaños...
¡Vamos a ello!
INGREDIENTES
- 200G DE GALLETAS MARÍA
- 120G DE MANTEQUILLA
- 800ML DE NATA
- 800G DE QUESO CREMA
- 8 HUEVOS
- 300G DE AZÚCAR
COMO LO HAREMOS
- En el vaso de nuestro procesador, trituramos las galletas María hasta que sean polvo.
- Derretimos la mantequilla en el microondas, aproximadamente durante 30 segundo a máxima potencia.
- Mezclamos la galleta con la mantequilla, hasta que se forme una pasta. Parecido a la tierra mojada.
- Mojamos ligeramente dos laminas de papel de horno, lo arrugamos y lo colocamos sobre nuestro molde. En este caso lo haremos en un molde desmontable de 28cm de diámetro. El papel de esta manera nos dejará un aspecto rústico muy chulo.
- Ponemos sobre el molde, alisamos con la ayuda de una cuchara hasta formar una base de galleta uniforme. Llevamos a la nevera mientras hacemos el resto de la tarta.
- Ponemos en nuestro vaso procesador la nata, el queso crema, los huevos y el azúcar. Ponemos a velocidad alta hasta que tengamos una mezcla totalmente homogénea.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Sacamos el molde de la nevera y añadimos la mezcla de nuestra tarta. Pondremos una cuchara en medio para crear el efecto lluvia, y no dañar la galleta.
- Llevamos al horno durante 40 minutos. O hasta que veamos que está tostado por la parte superior.
- Dejamos enfríar sobre la encimera.
- Una vez que esté frío llevamos a la nevera de un día para otro.
- Pasado el tiempo, desmoldamos y a disfrutar.
¿Qué os ha parecido? ¿Sois más de tartas de horno o tartas frías?
¡Contadme en los comentarios!