¿Quién no se acuerda de los Petit Suise? ¿Y de los ricos helados que hacíamos con ellos? Para mí eran un vicio, me encantaban y hacer aquellos helados en el congelador ni os cuento.
Así que hacer esta tarta es una idea perfecta para recordar todos aquellos momentos.
Supongo que en España todo el mundo los conoce pero para aquellos que no; el Petit Suisse se trata de una especie de yogur con sabor a fresa muy suave y en una tarta la verdad que queda de vicio.
¡Un sabor súper suave y refrescante! Además seguro que los más peques de la casa quedan encantados. ¡Y sin encender el horno!
La podéis decorar como queráis como siempre os digo, le pegan un montón de sabores: nata, chuches, gelatina de fresa....
¡Así que... vamos a ello!
Los ingredientes que necesitaremos
- 36 galletas María
- 80g de mantequilla
- 14 Petit-Suisse
- 400ml de nata para montar
- 120g de azúcar
- 16g azúcar vainillado
- 6 hojas de gelatina neutra
- Gominolas (Decoración)
- Anisitos (Decoración)
Como la haremos
- Desmenuzamos todas las galletas y las ponemos en una picadora; cuando se hayan convertido en polvo agregamos la mantequilla que habremos fundido previamente y habremos dejado que se temple. Lo incorporamos totalmente hasta que la galleta quede húmeda.
- Cogemos nuestro molde y lo forramos con papel para horno, para que de esta manera sea mucho más sencillo desmoldarla. Ponemos la mezcla de galleta y mantequilla y presionamos hasta formar una capa uniforme.
- Lo tapamos con papel film y lo llevamos a la nevera durante 30min como mínimo.
- Mientras tanto iremos preparando el relleno: volcamos la nata en un cazo y lo ponemos a fuego medio, añadimos los dos tipos de azúcar y lo vamos removiendo hasta que el azúcar se haya integrado totalmente.
- Ponemos las hojas de gelatina en agua bien fría a hidratar.
- Añadimos el Petit Suisse y vamos removiendo hasta que se haya integrado por completo y adquiera una textura cremosa.
- Añadimos la gelatina ya hidratada, la cual habremos escurrido previamente e integramos.
- Retiramos del fuego y dejamos templar.
- Volcamos en el molde sobre la base de galletas, poniendo una cuchara entre medio para no dañar la base de las galletas.
- Tapamos con film y llevamos a la nevera durante 24h.
- Desmoldamos con mucho cuidado y pasamos al plato donde serviremos.
- Justo antes de servir decoramos con gominolas y anisitos.
- Servimos.