¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de esta tarta? Es un clásico dentro de las tartas frías, creo que casi todo el mundo que le de un poco a este mundillo la habrá hecho alguna vez.
Eso sí, es una receta para los más chocolateros, porque es una tarta bastante densa.
Además es súper sencilla de hacer, y queda muy vistosa y lo más importante que está muy muy buena.
Si estáis empezando con la repostería es una receta genial, porque es muy sencilla y os marcáis el pego total.
Lo mejor de todo, que no hace falta encender el horno, que con el calor que hace ahora en pleno mes de julio se agradece mucho.
Yo soy una fan total de las tartas frías, me encantan, tanto a la hora de prepararlas como a la hora de comerlas, me parecen mucho más buenas que las de bizcocho, pero esto es cuestión de gustos como todo.
Si os encanta el chocolate, id apuntando ingredientes porque no os la podéis perder.
Ingredientes que necesitaremos
- 150g de chocolate negro
- 150g de chocolate con leche
- 150g de chocolate blanco
- 200g de galletas María
- 90g de mantequilla
- 600ml de nata para montar
- 900ml de leche
- 3 sobres de cuajada
- 1 puñado de bolitas de chocolate (opcional)
- 100g de chocolate negro (opcional)
Como la haremos
- Fundiremos la mantequilla en el microondas y la reservaremos. Picaremos las galletas con la ayuda de una picadora hasta que sean polvo y seguidamente le incorporaremos la mantequilla hasta conseguir una textura como de tierra mojada.
- Cogeremos nuestro molde que en este caso es de 22cm, cubriremos la base con papel de horno y pasaremos a poner la galleta, la iremos prensando con la ayuda de una cuchara o vaso hasta conseguir una capa uniforme lo taparemos con papel film y lo llevaremos a la nevera durante media hora como mínimo para que la galleta endurezca.
- Pasamos a realizar el relleno y para eso pondremos un cazo a fuego medio y echaremos 200ml de nata, 200ml de leche y el chocolate negro partido en trocitos para tal de que se funda mejor. Iremos removiendo constantemente hasta que se funda del todo.
- En un vaso pondremos 100ml de leche y vertemos un sobre de cuajada hasta que se disuelva todo el polvo de la cuajada.
- Una vez que el chocolate este totalmente fundido añadimos la mezcla anterior y seguimos removiendo sin parar.
- Cuando empiece a espesar retiramos del fuego y vertemos sobre la base de galletas de la tarta con la ayuda de una cuchara para no estropear la base.
- Llevamos a la nevera y dejamos como mínimo 1h, la volvemos a tapar con papel film para tal de que no se reseque.
- Haremos la misma operación con los dos chocolates que nos quedan.
- En un cazo a fuego medio ponemos 200ml de nata, 200ml de leche y el chocolate con leche vamos removiendo hasta que se funda.
- En un vaso pondremos 100ml de leche y vertemos un sobre de cuajada hasta que se disuelva todo el polvo de la cuajada.
- Cuando se haya fundido, añadimos la mezcla anterior y removemos hasta que espese. Lo retiramos del fuego.
- Sacaremos la tarta de la nevera y le haremos unas rayas con el tenedor para tal de que las capas de la tarta se adhieran y no patinen.
- Volvemos a llevar a la nevera con papel film y la dejamos un mínimo de 1h.
- Terminaremos haciendo la capa de chocolate blanco: ponemos en un cazo a fuego medio 200ml de nata, 200ml de leche y 150g de chocolate blanco. Removemos hasta que se funda el chocolate.
- En un vaso pondremos 100ml de leche y vertemos un sobre de cuajada hasta que se disuelva todo el polvo de la cuajada.
- Cuando el chocolate esté fundido añadimos a la mezcla anterior. Cuando empiece a espesar lo retiramos del fuego y vertemos sobre la capa anterior de chocolate con leche.
- Volvemos a rayar con el tenedor para que las capas no resvalen.
- Dejamos cuajar durante un mínimo de 8h. Aunque yo siempre lo dejo de un día para otro.
- Pasado el tiempo desmoldamos y decoramos.
- Fundimos el chocolate a golpes de 30seg en el microondas. Ponemos en una manga y rayamos la tarta.
- Vamos colocando las bolitas de chocolate y servimos.
